Tuesday, August 21, 2012

Los líderes planifican para el futuro


Por  María de los Ángeles Ortiz

El entorno de la nueva economía se caracteriza por cambios rápidos, profundos, complejos, intermitentes y altamente impredecibles. Por tanto, las formas tradicionales de gestionar se revelan insuficientes e insatisfactorias exigiendo un incremento de la creatividad de las estrategias y una planificación estratégica acorde a los contextos cambiantes, de riesgo e incertidumbre.  En este sentido, la planificación estratégica es un proceso mediante el cual una organización toma decisiones fundamentadas en el análisis y el procesamiento de información de su entorno interno y externo, evaluando las diferentes situaciones vinculadas a las ejecutorias organizacionales para preveer y decidir sobre su futuro.
            Desde esta perspectiva, se requiere que el capital humano de la empresa, su gente, se capacite para administrar un tipo diferente de organización fundamentada en la información, la comunicación, y que sean capaces de transformar la información en conocimiento para avanzar en las operaciones en forma sincrónica con la misión, y los propósitos de la organización.  A su vez, la complejidad de la tarea requiere la participación proactiva de equipos multidisciplinarios y transdiciplinarios para dar atención y solución a problemas  de distinta naturaleza con el objetivo de lograr una mayor eficacia y efectividad.
            La planificación en este nuevo milenio debe responder a la necesidad de competir en el mundo globalizado y que la competencia ya no está al cruzar la calle.  Por consiguiente, representa una buena excusa para el cambio, para reenfocar la misión y la acción de la organización, ya que supone la investigación de los nuevos retos a que se enfrenta la sociedad de la incertidumbre.  Teniendo claro, que aunque la planificación no es una “varita mágica” que lo resuelve todo, sí nos asegurará un mayor control de nuestra gestión gerencial.  Planificar influye en la organización y servirá como herramienta para calibrar la gestión y evaluar los resultados.  Permite además contrastar los efectos al enfocar a todos los miembros del equipo los objetivos que se persiguen.
Marcia Steele, conferenciante líder de Crestcom International, nos presenta el pensamiento estratégico como una herramienta para mejorar la planificación estratégica, ya que no podemos danzar entre una crisis y el status quo, sino que debemos pensar siempre en el futuro de nuestras decisiones. Una organización sin una estrategia estará dispuesta a intentar cualquier cosa y ser como un tipo de nave sin rumbo fijo. Es de suma importancia, por tanto, que todo líder ejerza su habilidad de crear, apegarse a una estrategia efectiva y comunicarla. La comunicación de la estrategia es la savia que nutre al liderazgo, el vaso comunicante de las inquietudes organizacionales y lo que al fin de cuentas nos permitirá ser más competitivos en el escenario global.
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La autora es presidenta de Crestcom International Puerto Rico

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